Feminismo Popular

Galería: Feminismo Anarquista, Perspectivas & Experiencias

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El anterior jueves 19 de Junio dos compañeras militantes libertarias nos extendieron la invitación para poder construir, debatir y dialogar acerca de las perspectivas y experiencias del feminismo anarquista, evento al cual asistimos cerca de 50 personas.

En la charla las compañeras nos expusieron las experiencias libertarias dentro del anarquismo, destacando los ejemplos de Virginia Bolten -militante libertaria uruguaya impulsora del periódico “La Voz de la mujer”- y Emma Goldman, anarcofeminista conocida por sus escritos e ideas acerca del matrimonio, el amor y el aborto.

Así mismo las personas asistentes tuvimos la oportunidad de dialogar –vía internet- con las compañeras Luna y Gema de La Alzada Feminista, organización libertaria de Chile inserta en las luchas sociales con una perspectiva antipatriarcal, trabajando fuertemente en el movimiento estudiantil, algunas sindicatos y en los territorios.

Los retos y los debates que aún quedan son bastantes, el tiempo, aunque se extendió, no dio para tocar los temas que aun generan discusiones, por eso la invitación es a seguir construyendo este tipo de escenarios desde las aulas, las calles, los barrios y los campos.

Agradecemos a las compañeras por la realización de tal evento y esperamos poder seguir encontrándonos por los caminos de la solidaridad y la autogestión, llevando en alto la bandera feminista y antipatriarcal.

¡Arriba lxs que Luchan!

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Difundimos: El “feminismo popular” a propósito de la defensa de las compañeras del colectivo Feministas Populares Movimiento de Mujeres

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Este debate planteado, aunque por colectivos recien formados (tanto la denuncia como sus respuestas), nos ha sido y, así debe serlo, eje de debates en nuestros grupos de trabajo y camellos barriales. Ya que, como feministas y revolucionarias, se nos hace indispensable pensarnos la destrucción del sistema patriarcal no sólo después de la transformación del mundo y sus condiciones materiales si no a la par de este.

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Entendemos y compartimos la profunda indignación frente a los actos de acoso de compañeros en nuestras organizaciones. También, entendemos la importancia de dar los debates en paralelo al trabajo diario, en ese trabajo político y territorial que nos une y nos alimenta.

Estas reflexiones las hacemos desde lo que somos, ya que si bien nos reivindicamos como feministas, putas, queer, brujas y lesbianas, también lo hacemos como mujeres trabajadoras, campesinas, compañeras, amantes, hijas y porque no madres, siempre que esta sea nuestra opción libre y digna sobre nuestros cuerpos en los que no intervengan ni el Estado, ni demas personas externas.

Y lo decimos por que es cierto, una cosa será plantear el debate feminista y las construcciones de género en Chapinero teniendo como interlocutoras mujeres y hombres que se reconocen asi mismas como feminsitas o antripatriarcales y otra, completamente diferente, será hacerlo con una mujer, una vecina trabajadora doméstica que tiene dos hijos, lleva casada veinte años y una de sus rutinas semanales es soportar los golpes y el maltrato psicologico del marido los viernes o sábados en la noche. Y lo decimos porque asi es, asi lo sentimos, una cosa es hablar del género sus deconstrucciones y construcciones cuando nos sentimos seguras en nuestros apartamentos y tenemos independencia económica y otra cuando lo hacemos después de subir la loma veinte minutos en las noches con miedo y no sólo de posibles hombres misogenos y acosadores sino del paramiliatrismo y la limpieza social.

Sin embargo no estamos de acuerdo en la defensa ultranza que hacen las compañeras del compañero mencionado primero, porque es desconocer prácticas generalizadas en el movimeinto social o es que estamos desconociendo las practicas patriarcales entre el movimeinto estudiantil, el acoso en las fiestas o la “línea colchón” y no sólo en este espacio reivindicativo, estamos desconociendo las prácticas de violación entre los cabildos indígenas y consejos comunitarios afros o estamos desconociendo las relaciones machistas en el movimiento agrario o las zonas de reseva campesina.  No, no lo hacemos de hecho incitamos a las mujeres, a nuestras compañeras, sean estas organizadas o no o pertencienentes a estos espacios, a la critica y a la autocritica, a la reflexión frente a nuestras prácticas cotidianas.

Segundo, porque si bien entendemos la guerra en la que vivimos y la ideología de este país godo y retardatario y sepanlo lo conocemos de primera mano, es como vivimos y luchamos, bajo la represión estatal y paraestatal que esta presente en nuestros territorios, tanto que se respira miedo después de las 6pm por toque de queda impuestos, así como conocemos el hambre esa que carcome los intestinos y no nos deja pensar, pero es justamente por eso porque lo vivimos, porque lo conocemos y los sentimos que somos feministas radicales y nuestras apuestas son transfromadoras y revolucionarias.

No consideramos que un acto de  solidaridad sea justificar, omitir o considerar que los debates deben ser internos frente a los actos patriarcales dentro de nuestros proesos, al contrario la unica forma de contrarestar este sistema de mierda, sus prácticas y sus discursos será dandonos los debates nosotras siendo fuertes no escondiendonos o justificandonos, es criticandonos y formandonos, no es un acto de señalización  enunciar los actos patriarcales de los compañeros, no estamos justificando la represión o es que las mujeres afros se deben callar los actos de violación en el Baudo o en el Jiguamiando para fortalecer las zonas de paz o es que las muejres iku deberian callar los actos sexistas y machistas de los que sufren por fortalecer la organización y noser complices de los terratenientes y gamonales, no bajo ninguna circunstancia señalar o crtiticar las prácticas retardatarias en nuestras organizaciones será ponernos del lado de los poderosos o de los opresores o debilitar las organizaciones es, de hecho e insistimos, la forma de fortalecerlas y construir realmente y no en discursos o en abstracto un mundo nuevo, una transfromación radical.

No estamos de acuerdo con la proposición planteada que señalar las prácticas que nos discriminan es una falta de respeto o un sabotaje a los procesos, no es asi nosotras tenemos apuestas colectivas, barriales y populares y no señalaremos nunca de saboteadoras o señaladoras a las compañeras, organizadas o no, que nos critican o es que las apuestas transformadoras no pasan por encontrarnos, discutir y construir, y así es que realmente se logra la unidad, no la hegemónica que nos impone este estado y la mayorìa de organizaciones de izquierda, esa real, esa que se forja a partir de la diferencia que se contruye y se debate, en el camello diario, en las trasnochadas, en la construcción colectiva, en el miedo conjunto, en las marchas, en la educación popular, en la creación de tecnologías alternativas, en fin esa que se construye en nuestras apuestas y prácticas revolucionarias.

Por ùltimo, reivindicamos el debate porque para esto deber servir estas criticas, no para cerrar filas en la defensa de los compañeros al considerar un ataque a los procesos o a los señalamientos de las colectivas feministas que hacen parte de la plataforma, pero tampoco en el ataque sistemático, perse   a los “hombres” por su condición de género de hecho también social e impuesta, ni para llamarnos o atacarnos diciendonos pseudo feministas o feminazis, sino para darnos los debates, reformar nuestras prácticas ya que si bien la revolución será feminista o no será, el feminismo si no es concebido como una apuesta revolucionaria conjunta y mixta es, por lo general, servil y complice del establecimiento y del orden hegemónico.

Feministas-Centro Social Libertatia