Elecciones

¡El problema no es la consulta, el problema es el sistema!

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Consulta anti

En el 2018, las colombianas fueron invitadas a las urnas cuatro veces: la primera, el 11 de marzo, para elegir senadores y representantes a la cámara; la segunda, para elección presidencial 2018-2022; la tercera, para definir la elección presidencial ante los resultados de la primera vuelta que, en este caso, enfrentó al socialdemocráta Gustavo Petro y derecha encarnada por Iván Duque, saliendo victorioso este último. La cuarta -y parece que última vez en este año- fue para “decidir” por medio de siete preguntas en las que 12’140.342 personas tenían que aprobar, o no, acciones referentes al tema de la corrupción en el país, para que posteriormente, pasara a debate en el Congreso y dar allí la última palabra.

Pues bien, así se cumplió con la parafernalia democrática alrededor de las elecciones, dejando como ganadora – en las cuatro ocasiones – a la clase política tradicional: en el Congreso, en la presidencia, y en definitiva, todos los escenarios vinculantes. Sin embargo, a pesar de la oleada de mensajes pesimistas ante los resultados, consideramos que no debe ser una situación que nos lleve al agobio, al fin y al cabo, las urnas, elecciones y representaciones no son nuestro fin, ni tampoco el de las comunidades ya organizadas autónomamente. No perdemos de vista (aunque suene a cliché desgastado) que los derechos y la dignidad se han conseguido en otros escenarios de disputa, de esta manera, lo que nos agobia realmente son las derrotas y/o victorias exageradas que se hacen en la “tusa post-electoral”. Con ello, no negamos que son importantes los análisis que se hacen en el marco de las elecciones luego de conocer los resultados, sin embargo, hay medios, colectividades e individualidades que dan triunfalismos o derrotismos donde no los hay -por lo menos para las clases oprimidas-, pues las condiciones seguirán siendo iguales -o peores- para las trabajadoras del campo y de la ciudad más allá de la concreción de los resultados.

¿Derrotados?. Tristemente, las derrotas no cuentan cuando nada se ha ganado. Las raíces de la política trascienden de la peregrinación del espectáculo electoral independientemente si es una consulta o una “elección”, aún con mayor prevalencia, lo concerniente al trabajo de base ya que es allí precisamente donde se cocinan las condiciones para la lucha contra el poder imperante en lo concerniente a las clases explotadas. Estas últimas, hemos venido acumulando un sinfín de batallas perdidas ante la burguesía y el Estado, y aunque son muchos los factores que darían cuenta de ello, merece un capitulo especial las responsabilidades que ponen de presente nuestra incapacidad de entrega y compromiso hacía los procesos que canalicen los sentires de la gente de a pie.

¿Victoriosos? Son pañitos de aguas tibias, hay que comenzar asumiendo que tampoco se ganó nada en términos revolucionarios. Quizás, las que ganaron en popularidad o en gestión, fueron aquellas personalidades de la “política alternativa” en apariencia, pero que en el fondo continúan reproduciendo más de lo mismo, como es el caso de Claudia López, Angélica Lozano, Rodrigo Lara, Jorge Robledo, entre otras estrellitas de la política colombiana. Para quienes crean que exageramos con nuestros juicios, recordamos con sencillos ejemplos de dónde procede el agua del caudal: Claudia López que gusta de mostrarse beligerante, mansa aparece ante lo que fue su apoyo e iniciativa concedida a Enrique Peñalosa para llegar a la alcaldía en el 2016. Rodrigo Lara, compañero y amigo de Vargas Lleras, militante del partido político más salpicado por la corrupción, es decir Cambio Radical, trata hoy en día de confundir con “nobles” intenciones al país. Por otra parte, de Jorge Robledo no hay que señalar mayor cosa, su hoja de vida como adalid del sectarismo y legitimador de la economía latifundista hablan suficiente sobre este personaje.

Puestas las fichas de esta manera en el tablero, se hace evidente que el problema no está en que no se haya alcanzado el umbral de la consulta. El problema de fondo es legitimar este sistema que roba, esconde, asesina y desaparece. Roba imponiendo impuestos, contratando terceros para sacar el máximo provecho monetario; esconde la gestión económica pública; asesina y desaparece a quiénes luchan en contra de este modelo demencial como lo es el capitalismo.

La solución no está en ser amigas del Estado y sus representantes políticos profesionales, la solución es enfrentar el sistema político y social que nos pregunta si queremos que nos roben de frente o de espaldas.

Lxs anarquistas y las votaciones en Colombia

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Vídeo resumen de la jornada de discusión llevada a cabo el 12 de Junio en Bogotá, Colombia, respecto al papel de lxs anarquistas en las elecciones.

¡Siempre perdemos!

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abstencion

 

La jornada de elecciones del pasado 27 de mayo aparece como un momento histórico trascendental para la vida de millones de personas, pues se dice, que a partir de lo ocurrido se presentan al país dos rutas diametralmente opuestas para los años venideros: El infierno de Duque o el paraíso de Petro. Teniendo en cuenta el momento político actual y la correlación de fuerzas existente, es muy probable que en la segunda vuelta quien salga victorioso en los comicios electorales, sea el títere del gamonal que gobierna desde la comodidad del Ubérrimo. Con ello, resulta evidente que la política de mano dura será la constante, por lo menos durante los próximos cuatro años. Ahora bien, en este panorama nuestra apuesta analítica no va encaminada a depositar incontables esfuerzos que contribuyan a hacerle un contra peso a Duque mediante una táctica publicitaria de convencimiento de masas. A nuestro juicio, lo interesante del escenario que se avecina, radica en la necesidad de desarrollar una nueva estrategia que permita acumular fuerzas para enfrentar la arremetida de la ultraderecha criolla, y conjuntamente, de forma colectiva encontremos soluciones a los problemas estructurales que afrontamos como sociedad.

Sin embargo, es engorroso el panorama de país que Duque se piensa para su mandato, que, aunque nunca reconoceremos (sea de éste o de Petro), en un cortísimo y corto plazo, no beneficiará los intereses de las clases oprimidas ni tampoco su movilización y exigencia de demandas. Por el contrario, se vislumbra una unificación de poderes que estarán al alcance de sus intereses, tan cercanos al fascismo: Control del poder ejecutivo (presidencia); del legislativo con Uribe, como presidente del Congreso; y la posible unificación de las cortes en la rama judicial, tendría un totalitarismo absoluto para su gobernanza, entre otros males. Leer el resto de esta entrada »

Foro Elecciones y Geopolítica Latinoamericana

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Resumen audiovisual de lo que fue el foro sobre las elecciones y la geopolítica latinoamericana 2018. Organizado por la Revista Utopía y llevado a cabo en las instalaciones de la Universidad Distrital.

 

NADA SE HA PERDIDO QUEDA TODO POR GANAR

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“Que el mundo va a cambiar, nos dicen…
que cuando votemos, nos escucharán.
Si en cambio no votáis, nos dicen…
los del otro lado nos aplastarán,
y así se quedarán, nos dicen,
con las manos libres para hacer su plan.

Malditas elecciones, decimos,
si la voz rebelde se domesticó.
Malditas elecciones, decimos,
quieren el gobierno,
y nosotros no…”

-Chicho Sánchez Ferlosio-

Peñalisa

Malditas elecciones decimos al ver el panorama en que nos quieren enmarcar, malditas elecciones porque sabemos que gobierne quien gobierne el pueblo siempre pierde. Malditas elecciones que se roban el tiempo y espíritu de lucha de muchas de nuestras compañeras, de nuestras vecinas y amigas. Una vez más nos encontramos con el panorama gris y desolador de las elecciones, este ritual de cada 2 años que nos lleva a reflexionar una y otra vez sobre la poca efectividad de la disputa parlamentaria.

Los grandes medios excitados por la disputa electoral nos muestran un cuadro político cada vez más complicado, que no es diferente a lo que estamos acostumbrados a vivir pues vemos como nivel nacional se han posicionado los mismos clanes políticos de siempre que actualmente representan la Unidad Nacional gracias al discurso de la PAZ, estos grupos como el partido “Cambio Radical”: otrora, partido uribista y ahora como es bien sabido controlado por el Vicepresidente Germán Vargas Lleras, consagrado “enemigo” de Álvaro Uribe Vélez; Partido compuesto por “Delfines” hijos de políticos de antaño, acostumbrados a la politiquería y al clientelismo, que buscan el poder en todas sus formas por lo que no tienen miedo ni vergüenza de dar aval a candidatos expresamente sindicados de corrupción y cercanos a sectores paramilitares como la próxima gobernadora de La Guajira, Oneida Pinto, electa con un poco más del 65% de los votos, comprobando así que este territorio sigue siendo un bastión del Paramilitarismo, en cabeza del exgobernador, Kiko Gómez.

A su vez nos encontramos el repunte del partido Liberal que sigue en manos de los caciques de siempre que saben mover sus maquinarias a la hora del circo electoral, garantizando el poder local en varias gobernaciones y alcaldías en muchos casos en alianzas con partidos que también componen unidad nacional y en algunos casos con “la oposición”, es decir, con el centro democrático, marcando el talante pragmático de estas elecciones a nivel nacional.

En definitiva a nivel nacional se remarca el poderío de todos los partidos de Unidad Nacional desplazando en algunos territorios el poder que se creía podría llegar a tener el proyecto de Extrema Derecha de Álvaro Uribe Vélez y sus camarillas. Pero esto no nos puede llegar a confundir, ya que la proyección en parte del Centro Democrático es recuperar el poder a nivel local, con los concejos, asambleas y alcaldías municipales para poder enfrentar desde las regiones el posible escenario de posacuerdo, que marcará un nuevo recrudecimiento de la avanzada Paramilitar en el país. A su vez marcando el poderío del proyecto Paramilitar en los departamentos del Norte de Colombia, y conservando sus principales territorios en la costa, se encuentra el Partido “Opción Ciudadana”, que cada elección cambia de nombre pero no de personajes y maquinarias.

Es claro que la Socialdemocracia en cabeza del Polo Democrático Alternativo se vio afectada fuertemente a nivel nacional, gracias a sus disputas internas y a su afán de poner por encima del trabajo de base, la disputa por el poder. Se podría decir que su única ganancia es la Gobernación de Nariño, un baluarte histórico del POLO, que ha quedado en manos de un personaje que representa muy bien a un socialdemócrata con ansías de poder.

Finalmente nos encontramos con el segundo cargo burocrático más importante del País, como lo replican los medios, intentando desviar la importancia de las regiones en un conflicto como el colombiano que nos lleva a encontrarnos que el ganador por mucho es el eterno candidato Enrique Peñalosa, un personaje de las entrañas de la Derecha camuflado de “independiente”, que representa lo que todas desde hace varias generaciones estamos acostumbradas, una política diseñada por el clientelismo, la corrupción y la visión de ciudad capitalista que sirve simple y llanamente como lo diría Harvey, para la acumulación del Capital.

Peñalosa representa bien lo que un constructor piensa de la ciudad, es decir, grandes proyectos inmobiliarios que vendan el discurso de una ciudad funcional a la globalización y a los grandes capitales, que profundice cada vez más la segregación social, enfocando sus recursos en mejorar las condiciones en que circula el capital y la mano de obra barata, preocupado por la realización de la gran metrópoli a punta de concreto y bulldozers, al servicio de los grandes contribuyentes de su campaña, como la Ladrillera Santa Fé, la empresa de materiales de construcción Corona –que también tiene acciones en la Multinacional Chilena Sodimac–, y las grandes constructoras como los son Amarilo, Cusezar, Bolivar y Marval; Las cuales van a empezar a cobrarle al nuevo alcalde esos dineros para que les apruebe un POT enteramente a su favor, para obtener las mayores ganancias a costa de los millones de pobres que componen la Capital, ya que recordemos que sus grandes recursos los generan de la construcción de las llamadas VIS y VIP, Viviendas de Interés Social y Prioritario; Cabe resaltar acá, que como bien lo decíamos, el gran vencedor y que se va perfilando como Presidente para el 2018 –Germán Vargas Lleras- saca su mayor tajada en el sector de la construcción y la infraestructura que cogerá como conejillo de Indias a la capital.

Viendo este panorama y sabiendo lo que nos espera, seguimos convencidos firmemente que la lucha no se agudiza cada 4 años, ni que la disputa por los puestos del Poder sea un gran botín para el movimiento social. El actual descalabro de la Socialdemocracia nos hace evidenciar una vez más que la lucha es con las de abajo, sabiendo que estructuralmente no ha cambiado nada en estos 12 años de gobiernos de Izquierda, de ser así esto se abría traducido en capitalizar ese acumulado en votos que defendieran el más fuerte baluarte de la izquierda en el país, pero no fue así y esto lo único que nos demuestra es la ambigüedad que se da en estos espacios.

Bien es sabido que los últimos gobiernos en la capital no han significado un repunte significativo en la Beligerancia del movimiento social, sino al contrario ha significado un retroceso en las posturas más beligerantes que se podían encontrar en décadas pasadas, como las luchas por la vivienda y el movimiento estudiantil, por citar los más apaciguados.

Sabemos bien que el acto de relegar el poder transformador de las personas a través del voto, conlleva a que cuadros importantes del movimiento social descuiden su papel agitador en los barrios fortaleciendo los territorios como germen transformador hacia una nueva sociedad.

Es deprimente escuchar a sectores llamados de izquierda, asumir la misma noche de los resultados una actitud beligerante y contestataria, enfocando su discurso en “ahora si vamos a salir a las calles”, o “ es hora de luchar por lo que nos pertenece”, es acaso esta actitud de “luchar” una posición diferente a la que se debe asumir el resto del año, acaso dejamos de luchar porque la burguesía deja posicionar un gobierno diferente temporalmente, o será que realmente se tiene una lectura de que los cambios y la transformación que necesita esta sociedad viene desde arriba?

Es Igual de triste o peor ver como el Uribismo empieza a hacer lo que la socialdemocracia ha intentado hacer durante años, buscar la solidez de su partido en las bases y el control territorial para así hacerle frente al enemigo, que para ellos, actualmente se personaliza en las FARC y todas aquellas posturas a favor del Proceso de la Habana, pero que en el fondo, el Centro Democrático es enemigo de todas aquellas que nos asumimos contra el proyecto que busca profundizar el modelo Neoliberal a toda costa.

Como siempre las Anarquistas seguiremos insistiendo en que la lucha no es por el Poder, la lucha es día a día concientizando a la gente de a pie: en los barrios, veredas y universidades, seguiremos denunciando a las reformistas que impiden que la lucha sea transformadora y liberadora, y seguiremos reclamando por la organización de todas para hacerle frente al capitalismo, al patriarcado y a la explotación de las oprimidas. Porque sabemos que juntas, paso a paso vamos a llegar más lejos, luchando fraternalmente con todas aquellas que de manera horizontal y solidaria quieran construir un mundo nuevo, en el cual compartamos sin vicios autoritarios el camino de la libertad y la dignidad.