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Festival de Ruido y Gráfica Antiparamilitar

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Vídeo reportaje de lo que fue el Festival de Ruido y Gráfica Antiparamilitar (2019) en la ciudad de Bogotá. Proyecciones, talleres, presentaciones musicales, exposición gráfica, entre otras, hicieron de la jornada una invitación a la reflexión-acción entorno al fenómeno del Paramilitarismo en Colombia.

Reconfiguración del paramilitarismo: Entre Paro Armado y Movilización Nacional

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Hoy en Colombia asistimos nuevamente a la reconfiguración del paramilitarismo y su respectiva arremetida voraz que se ha materializado en  actos concretos que trastornan el panorama político y social del país. Se ha fraguado desde las esferas reaccionarias todo un proyecto que se mueve en distintas vías, y que en términos generales,  busca generar una etapa de recrudecimiento de la violencia atentando contra los movimientos sociales y sus apuestas políticas por la consecución de vida digna en aras de sostener la concetración del poder, especialmente, en clave del capital extranjero y el sector terrateniente.

Dos hechos cumbre marcan el derrotero de esta dinámica:  primero el paro armado convocado por las autodefensas gaitanistas de Colombia junto con la movilización convocada por el Uribismo contra la políticas de Santos y los diálogos de paz entre el Estado y las insurgencias. Estos sucesos demuestran que tanto a nivel político como militar el paramilitarismo esta robusteciendose, de una manera tal, que se puede inferir que sus estructuras luego de los acuerdos de Justicia y paz no desparecieron sino que se camuflaron en nuevos conceptos propios de la demagogía periodistica criolla  despojandoles de todo talante de criminales políticos haciéndoles parecer como meras bandas delincuenciales o Bacrim –eufemismo preferido por la caja de resonancia de este proyecto: Los medios masivos de desinformación- sin una estructura formal, la cual es más que obvio que poseen y que combina todas las formas de lucha en todos los escenarios del acontecer político nacional.

El paro armado de las autodefensas gaitanistas de Colombia se ha venido dando en diferentes regiones del país paralizando las actividades cotidianas de la población, En Antioquia: El bajo Cauca, El Urabá, la zona norte y en Medellín están bajo la amenaza paramilitar, Córdoba Bolívar y Sucre a su vez en sus territorios sufren la inclemencia de este paro que se ha manifestado  en hechos concretos, en cifras el paro armado afecto a 36 municipios de 8 departamentos del país: Cierre de vías, quema de buses, presencia armada, circulación de panfletos amenazantes, toques de queda, entre otros más que dejan entrever un proyecto consolidado que ha cegado la vida de militantes de organizaciones sociales, defensores de derechos humanos. Que en palabras de Miguel Humberto Restrepo Domínguez en escrito para el portal web Rebelion.org:

“es evidente que no se trata de Bandas Criminales, ni de clanes familiares, ni de bandidos con ejercito propio, si no de estructuras paramilitares, articuladas en un sistema de organización de redes descentralizadas, que siguen actuando con la aquiescencia o tolerancia de agentes del estado y que desarrollan un proyecto concreto de país, afianzado en el capital que se reproduce por despojo y se sirve de apoyo político legal y base social”. (1)

Lo anterior se encuentra articulado plenamente a una clara ofensiva anti-restitución de tierras pues ven en este hecho un ceño contrario a los intereses monopolistas y latifundistas.  Esto ha sido denunciado por los campesinos del sur del magdalena (2) coaccionados con chantajes e intimidaciones que generan una especie de zozobra evidente que de antaño viene alentada por las mismas estructuras paramilitares con evidente connivencia estatal, y a su vez,   todo un aparataje en el que contratan estructuras delincuenciales en las periferias de las grandes ciudades. Son “pandillas” dedicadas al microtrafico tejiendo una perfecta red entre narcotráfico, control territorial, guerra y política que demuestra que este fenómeno se ha enquistado en lo más profundo de la geografía nacional, de Sur a Norte y de Oriente a Occidente.

La movilización del 2 de abril que llevó a las calles a la reacción es un hecho bastante claro de las tácticas políticas que están usando los vedettes del paramilitarismo a la cabeza del paraco mayor: Álvaro Uribe Vélez. Este siniestro personaje que bajo un discurso supuestamente opositor a las políticas gubernamentales convocó a las calles a aquellas que creen que el contexto actual de diálogos es una farsa contraponiendo una salida militar al conflicto armado de conformidad con el personaje anteriormente mencionado que durante su gobierno sostuvo una encarnizada guerra a muerte contra las insurgencias con sus respectivas consecuencias nefastas para el grueso del movimiento social, para las insurgencias mismas y la población en general. Las consignas eran precisas y la gente que acompaño la movilización también lo fue, según un artículo del portal agencia prensa rural: “La injusticia social no movía la gente que estaba en la marcha, sus aspectos, ropa, forma de ser, no daban cuenta de gente humilde, que se ve enfrentada a situaciones de desigualdad social”(3). Así pues, es notoría la existencia de todo un plan orquestado en el cual los adalides del fascismo criollo saben muy bien como buenos zorros políticos teorizar y avanzar en su perspectiva funcional de país usando a un cumulo de voces sin conciencia de clase que se carácterizan porque sus análisis de la realidad son creados en Rcn o Caraco Vale la pena recodar al respecto cuando Bertolt Brecht señala: “El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”

En ese sentido lo que se está cociando en Colombia es  un proyecto articulado en diversas esferas que tiene como fin el aniquilamiento  de la legitima y digna resistencia. No podría ser de otra forma pues es este una inequivoca forma de organización de las elites para no perder su papel hegemónico ni el lucro que dejan sus criminales negocios basados en el despojo y en la acumulación de capital. No en vano siguen apareciendo panfletos amenazantes en donde la organización popular cada vez es más fuerte como sucedió hace una semana en el Cauca donde se desarrolla la minga de liberación por la madre tierra. Entonces, es imperativo que nos blindemos dentro de las organizaciones sociales frente a la amenaza latente que el paramilitarismo representa, también entender el verdadero carácter estratégico, táctico y centralizado que se manifiesta en estos hechos  y que demostremos en calles, barrios, universidades y campos que, pase lo que pase, seremos la chispa que incendiara la pradera y que no habrá paraco que valga, porque asi como la pradera, estos  también se incendiaran.

(1)   http://www.rebelion.org/noticia.php?id=210724&titular=paramilitarismo-en-boga-

(2)   http://www.semana.com/nacion/articulo/magdalena-denuncian-intimidaciones-a-victimas-que-reclaman-tierras/468048

(3)    http://prensarural.org/spip/spip.php?article19033